El briefing de mi bIsAbuela.

Durante años había circulado por mi familia una imagen de mi abuela con su madre y padre.

La primera vez que la tuve en mis manos me di cuenta de algo que nadie había observado o que nadie me quiso revelar pero la cuestión es que vi que mi bisabuelo nunca había estado en ese estudio el día que su mujer e hija se retrataron. Era un fotomontaje.

Desde entonces fui el guardián de la imagen.

La copia que conservamos tiene escritura en la parte posterior que desvela que esa copia es un test donde el fotógrafo describe ordenes técnicas del siguiente paso a dar a otro técnico o asistente.

Nunca sabré si el proceso final se culminó, tampoco la motivación exacta del encargo. Aparentemente es un recuerdo sofisticado donde vivos y muertos se encuentran en un mismo espacio. Pero lo más intrigante es que lo que hemos conservado fuera un test con indicaciones ajenas a la narrativa familiar.

Este hecho abre diferentes escenarios. Tal vez mi bisabuela no recogió el encargo final pero maniobró para quedarse con el test. Puede que acabara siendo una ampliación o una foto postal para ser enviada y alterar la realidad de lo ocurrido en terceras personas. O simplemente, fue la mejor manera de reparar el hecho de que no les dio tiempo a tener un retrato los tres juntos.

He intentado dar el supuesto briefing, a MJ, que mi bisabuela puede que diera al fotógrafo para iniciar el encargo.

El resultado hubiera maravillado a mi bisabuela, sobre todo por el tiempo invertido en obtener una imagen. Menos de 40 segundos.

De la calidad obtenida, ya hablaré otro día.

Reflexión sobre la ImAgen.

Una nueva conquista se ha puesto en marcha y esta vez, y debido a los antecedentes de otros eventos disruptivos, se puede anticipar que creará caos en la ya larga relación (casi 200 años) que tenemos con la fotografía.

Este caos será simbólico y de percepción. La imagen creada con IA muestra definitivamente una evidencia basada en el error de una frase que hizo fortuna, "una imagen vale más de mil palabras". Pues bien, la evidencia es que una imagen puede llegar a ser construida con mil palabras. Y todo dependerá de cómo las combinemos y de cómo los sistemas hayan sido entrenados.

Para inaugurar este nuevo marco (ImAgen), al que tenemos acceso desde hace unos meses, he querido crear nuevas versiones de imágenes basadas en fotografías que se estrellaron en la red de la “verdad” o lo simbólico y entre la tensión/fricción del mensaje y mensajero.

Estas imágenes, las originales, contienen la sospecha de la manipulación, pero al mismo tiempo han viajado como potentes símbolos a través de los años.

El vértigo sobre este fenómeno no solo se encuentra en el presente y futuro, pero también en el pasado.

¿Será éste el espacio (generador de símbolos) genuino donde las imágenes creadas con IA habitarán?

¿Estamos ante un generador y amplificador de conceptos que nos hará ser más perspicaces o por el contrario nos confundirá hasta el punto de no saber lo que estamos viendo?

Probablemente las dos cosas.